Böhler 111 Black

Por su aspecto, la Böhler 111, es una estilográfica que puede confundirse con la Reform 1745 y ciertamente, ambas tienen más de una similitud. Proceden de la zona de Heidelberg (Alemanía) y ambas compañías (o eso creo) estaban formadas por trabajadores que antes habían trabajado para Kaweco. En cualquier caso Böhler, de la que me ha costado bastante encontrar información, parece ser que fue fundada por los hermanos Georg & Hermann Böhler. Su compañía pasó a convertirse en Osmia, donde funcionó como subdivisión de la (por entonces) poderosa Parker y al final terminó por ser absorbida por Faber Castell.

Aunque este es el modelo negro, también es posible encontrarla en un color verde que aumenta las similitudes. El tipo de material, peso, dimensiones, capuchones con cierre a rosca, sistema de carga… a simple vista podrían pasar por parientes cercanas.

REFORM 1745 (ARRIBA) SU ASPECTO EXTERIOR Y DIMENSIONES SON MUY SIMILARES

En cualquier caso la Böhler 111, cuenta con algunas diferencias con respecto a la Reform. Aunque sus sistema de carga es el mismo (émbolo giratorio) en el caso de la Böhler este se acciona girando un pequeño botón que se encuentra protegido por un pequeño capuchón roscado en su parte posterior.

Quizás lo más destacable, un plumín de oro de 14K como indica la inscripción, que sea por mi vista (que está lejos de ser lo que fue), sea por sus dimensiones, soy incapaz de ver incluso con la ayuda de una lupa, pero con algo de aumento e iluminación, aparece en esta fotografía.

El sistema de entintado es de mis preferidos. Así que tras una pequeña limpieza a base de llenar y vaciar el depósito de agua un par de veces, y gracias a este tintero de grandes dimensiones, logró realizar la operación sin mancharme los dedos) lo que no es decir poco.

La estilográfica funciona a la perfección a la primera. Su plumín es fluido y muy suave, permitiendo escribir a toda velocidad sin apreciar variaciones en el flujo. Su ligereza y pequeño tamaño la convierte en ideal para uso escolar o para llevar encima en combinación con una pequeña agenda para anotaciones rápidas.

El flujo además está muy bien medido, de forma que las letras a duras penas resultan apreciables en la parte posterior de esta hoja de libreta,

Penshow Barcelona 2019

Un año más regresa a la ciudad de Barcelona el Penshow, una feria del bolígrafo y de la pluma estilográfica que no tiene desperdicio. Tintas, papeles, repuestos y todo tipo de instrumentos de escritura para todos los gustos y todos los precios.

El evento tendrá lugar en el Hotel Montblanc (Vía Laietana nº 61) y la entrada es gratuita, es más, por visitar el evento, puedes participar en un interesante sorteo. Yo desde luego no pienso perdérmelo.

Sheaffer Targa y Sheaffer Targa Slim

Sheaffer es una de las grandes casas americanas de objetos de escritura. Fundada en 1912 por Water A. Sheaffer, un inventor norteamericano hijo de joyeros,  que unos años antes, inventó el sistema de carga mediante palanca (anteriormente las plumas se alimentaban mediante un cuentagotas).

Con el tiempo adoptó otros sistemas de carga como el Touchdown o snorkel. En general la pluma Sheaffer suele estar más relacionada con la gama alta que con las herramientas de escritura para estudiantes, aunque como le ocurrió a otras marcas, cuando el mercado se llenó de bolígrafos, cambió su estrategia dando también salida a otros productos más asequibles. Precisamente uno de estos productos, es el auténtico protagonista de esta entrada. A mediado de los años setenta (1976), apareció la Sheaffer Targa, uno de sus modelos más exitosos y populares.

Tengo entendido que el nombre de Targa proviene de una carrera automovilística y que su nombre en un principio iba a ser Genesis. En cualquier caso se trata de una estilográfica que apareció en dos tamaños (normal y Slim) con distintas configuraciones de plumín. Su aspecto exterior es sobrio y elegante, jugando en la misma liga (en especial la versión Slim) que todas esas estilográficas de aspecto tubular como la Aurora Hastil (por las que siento cierta predilección).

El mayor atractivo de esta estilográfica a nivel puramente visual, se encuentra en su plumín inlaid que le confiere un aspecto inconfundible aparte de proporcionar una sensación de escritura suave y placentera, siendo una de mis plumas preferidas de cara a largas sensaciones de escritura. Aprovecharé la entrada para comparar dos versiones. La Targa con plumín de oro de 14K y la versión más estrecha Slim con el plumín de acero mucho más asequible.

El despiece suele ser el habitual. Tengo entendido que Sheaffer utiliza sus propios cartuchos, aunque la verdad es que nunca los he utilizado. El convertidor original de los años setenta y ochenta era aerométrico (con un saco interno que se llena ejerciendo presión sobre una pestaña lateral) pero hoy día pueden encontrarse convertidores de émbolo que son más de mi gusto. En cualquier caso ambas me parecen buenas opciones.

El plumín inlaid “integrado” no es del agrado de todo el mundo. A nivel estético reconozco que a mí me gustan bastante… pero tengo entendido (de momento no me ha ocurrido) que en caso de deterioro, su substitución es más cara y compleja. En cualquier caso su desempeño es magnífico, tratándose de uno de los plumines más suaves y fiables que he probado. No falla ni un trazo y se desliza con una suavidad que incluso llega a molestar a algunos usuarios a los que les gusta notar algo de “fricción” lo que llaman “feedback”. La versión en acero, a pesar de la diferencia de materiales, es casi igual de suave, apenas transmite un ligero feedback, que me recuerda a la sensación de los plumines Platinum, una sensación similar a la que podría transmitir un lápiz.

Aunque la Targa hace años que dejó de fabricarse, algunos dicen que por la crisis de la compañía que la llevó a despedir personal y externalizar producción, otros que por la dificultad de fabricar su plumín inlaid, en su momento fue muy popular y no es una pluma cara ni difícil de encontrar en el mercado de segunda mano. Una Targa con plumín de acero puede encontrarse por entre 20 y 30 euros y por menos de 100 euros con plumín de oro, aunque obviamente, las versiones superiores pueden llegar a precios mucho más altos.

La Targa permite escribir a gran velocidad sin el menor problema, bajada de flujo o fallo de trazos, puede permanecer unos cuantos segundos con el plumín descubierto sin que la tinta se seque y no suele dar problemas de goterones aunque la lleves encima durante todo el día, lo que la convierte en una excelente candidata tanto como estilográfica compacta para llevar encima y uso estudiantil, como para escribir cómodamente sentado en casa.

La cantidad de tinta que utiliza está perfectamente medida de modo que la parte posterior de la página apenas es visible, permitiendo escribir por ambas caras sin problema.

En síntesis: se trata de una estilográfica ligera, elegante, con una relación calidad precio excelente y con un desempeño excelente. Una maravilla de tiempos pasados.

Platinum Modern Maki-e Crane design

Ya hace bastantes meses escribí algunas cosillas sobre la nipona Platinum, en concreto en la entrada que le dediqué a uno de sus modelos más básicos, la Platinum Plaisir. Aprovechando que hace poco me ha llegado  un paquete desde el país del sol naciente, aprovecharé para hacer un desempaquetado del mismo y comentar una de mis líneas preferidas, la Platinum Modern Maki-e.

EL PAQUETE DE MARRAS CON UN PAR DE COSILLAS QUE NECESITARÉ

El Maki-e, es un sistema de lacado utilizado en Japón desde la antigüedad, reservado para las clases pudientes y objetos de lujo. Así por encima, consiste en recubrir el objeto mediante tres capas de laca.  Una primera capa  “base” de laca oscura, sobre esta se aplica otra capa intermedia con polvo de oro o plata creando un dibujo, y luego se fija mediante una capa final de laca transparente. Como la laca urushi es tóxica hasta que se seca, en la antigüedad este proceso era llevado a cabo por artesanos especializados.

Pulsa AQUÍ para saber más sobre esa técnica.

Muchas son las estilográficas que comercializan piezas con este sistema de ornamentación, pero suelen pertenecer a gamas muy altas que las convierten en objetos de lujo más que en instrumentos de escritura.

UN  PAR DE MODELOS DE GAMA ALTA Y PRECIO ESTRATOSFERICO DE PELIKAN DECORADOS CON MAKI-E (imagen procedentes de la página de Iguanashell)

Eso cambio el día en el que descubrí una estilográfica negra de aspecto elegante, que se encontraba decorada de un modo muy llamativo. Así descubrí la gama Modern Maki-e de Platinum, que sin ser barata, si puede conseguirse (comprándolas directamente al Japón eso sí) a precio razonable. Como puede verse al compararlas con las «de lujo» la decoración no es tan recargada, ello es debido a que no se trata de un costoso trabajo de artesanía especializado, sino de un sistema conocido como «screen maki-e», un recurso que abarata los costes y que consiste en una impresión (por lo que tengo entendido en plan «estampación industrial») a la que luego un artesano de unos retoques. En cualquier caso el resultado es muy de mi gusto, así que poco a poco, empecé a coleccionarlas.

ALGUNOS MODELOS DE ESTA GAMA

En España cuesta encontrarlas y su precio puede llegar a doblarse. Al comprarlas de importación también debemos tener en cuenta que nos arriesgamos a tener que hacer frente a tasas de aduanas que tampoco son baratas (por encima de los 30 euros). Eso es una “ruleta rusa”.

EL ESTUCHE SE ENCUENTRA CUBIERTO POR UNA SENCILLA CAJA DE MADERA

En el interior del estuche, encontramos la estilográfica dentro de una pequeña bolsa protectora, la documentación, un pequeño folleto que nos explica un poco la técnica del Maki-e  (en japonés e inglés), la garantía y un cartucho extra. En alguna ocasión el vendedor suele adjuntar un convertidor, pero este no ha sido el caso.

La estilográfica llega con una pequeña etiqueta en el clip, en las que se puede sacar en claro que el plumín es de 18 K y punto M (nipón más estrecho que el europeo). Este modelo en concreto, es el que se conoce como Crane (grulla) y muestra algunas aves, con la silueta de una montaña en su parte superior.

ESTA PEQUEÑA ETIQUETA NOS INFORMA DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL PLUMÍN

Hablando del plumín, a nivel estético quizás no sea de los más bonitos, en especial si lo comparamos con la de la 3776, uno de los “buques insignia” de esta marca. Tampoco es que me parezca feo, aunque a nivel estético, no me parece demasiado llamativo. Lo que es indiscutible, es su calidad y las sensaciones que transmite durante la escritura. Se trata de uno de esos plumines que funcionan a la primera inmediatamente después de cargarlos y en este caso, sin haber sido siquiera sometido a una limpieza previa. En casi todos los plumines que he visto puede verse la inscripción 18K aunque he encontrado alguno sin esa numeración  (el modelo Vicoh Soryu con el dibujo de un dragón) en el que el vendedor indicaba «plumín de acero inoxidable bañado en oro. En puntos me he encontrado el M y F nipones y desconozco si se comercializan en B o EF, de ser así, nunca los he visto. En cualquier caso, sea con el plumín que sea, su precio no suele bajar de los 100 euros, un precio bastante razonable teniendo en cuenta que no son pocas las estilográficas con plumines de acero muy inferiores a un precio bastante más alto.

SU PLUMÍN QUIZÁS NO SEA TAN BONITO COMO OTROS, PERO EN CUANTO A SENSACIÓN DE ESCRITURA, SE ENCUENTRA ENTRE MIS PREFERIDOS

El despiece es el habitual. He leído opiniones en inglés, de usuarios a los que no les gusta el clip del capuchón,  del material (parece ser que lo encuentran demasiado ligero), o del sistema de cierre (es a presión y son muchos los que lo prefieren a rosca). En mi caso la única pega que le encuentro, es que  los cartuchos Platinum, al igual que ocurre con los Parker son de un tamaño tan grande que no permiten alojar uno de repuesto en el cuerpo. Además los cartuchos Platinum son bastante complicados de encontrar en las papelerías españolas, motivo por el que recomiendo utilizar un convertidor.

ESTILOGRÁFICA CON DESPIECE INICIAL, CONVERTIDOR Y CARTUCHO PLATINUM 

El flujo está medido con gran precisión, permitiendo escribir a toda velocidad sin que este se vea afectado y es más bien tirando a generoso, lo que la convierte en una buena pluma para uso diario o estudiantil, aunque es quizás demasiado llamativa para y cara para utilizarla en ese tipo de entornos en los que los instrumentos de escritura que se dejan fuera del alcance de la vista tienden a desaparecer.

LA SENSACIÓN DE ESCRITURA ES EXCELENTE

Sin llegar a los extremos de otros plumines más generosos, requiere un papel de cierta calidad si se pretende escribir por las dos caras, ya que como puede verse en las páginas de esta libreta de bazar chino, con un papel barato, la escritura resulta demasiado visible en su parte posterior.

EL FLUJO ES TIRANDO A GENEROSO, POR LO QUE PARA ESCRIBIR A DOBLE CARA ES RECOMENDABLE UN PAPEL DE CIERTA CALIDAD (EL DE LA IMAGEN ES UNA PÁGINA DE LIBRETA DE BAZAR CHINO)

Resumiendo: a pesar de no ser tan llamativas (algunos dirían estridentes) como las estilográficas de lujo de gama muy alta (y pecios que sobrepasan los 2000 euros), son bonitas, elegantes y unas excelentes escritoras. Su ligereza permite escribir durante mucho tiempo con la pluma posteada y su flujo no flaquea ni tomando apuntes a toda velocidad. No satisfará a los que gusten de estilográficas de cierto peso, que busquen capuchones de cierre a rosca y en España es complicado encontrar tanto sus cartuchos como sus convertidores, ya que de las tres grandes empresas japonesas, quizás Platinum es la que menos presencia tiene en nuestro país.

Parker 61 Insignia (argentina)

Hace unas semanas, dediqué una entrada a la Parker IM, una de las estilográficas que la marca americana vende en la actualidad, hace algo menos, se la dediqué a la Parker 25, una pieza desarrollada en la filial británica y hoy vamos a ver la Parker 61 de origen argentino, que guarda algunas diferencias con respecto a la versión americana.

EL MODELO DORADO RECIBE EL NOMBRE DE INSIGNIA

Aunque probablemente la Parker 51, sea el mayor éxito de Parker y es considerada por muchos como su obra maestra, unos años más tarde, apareció la Parker 61, que para evitar que el usuario se manchara los dedos, utilizaba para alimentarse un nuevo sistema conocido como carga por capilaridad, que tenía como protagonista a un pequeño tubo de plástico recubierto de teflón y relleno de un material absorbente. La teoría era que al introducir el tubo en el tintero, el material absorbente “chuparía” la tinta hacia el interior del tubo, mientras que el teflón haría resbalar la tinta hacia abajo  (de regreso a interior del tintero vamos).

Sobre el papel suena bien, el problema es que su desmontaje tiene fama de complicado y el solucionar atascos de tinta un auténtico horror. Como se trata de una pieza aparecida a mediados de los años cincuenta que me obligaría a tirar del mercado de segunda mano… y en ese tipo de transacciones, no han sido pocas las veces en que me he encontrado con plumas de aspecto exterior impecable e interior desastroso por haber pasado años (o incluso décadas) guardada en un cajón entintada, no quería vérmelas con una de estas ni de coña por muchos videos que puedas encontrar en YouTube con el desmontaje paso a pso. Por suerte me enteré que en UK y en especial en Argentina, se habían producido Parker 61 de carga aerométrica, que son fácilmente identificables por una especie de “ojitos” sobre la zona de plumín carenado, en lugar de la “flecha” de las versiones USA, eso se entenderá mejor con una imagen.

EN ESTE CASO EL DETERIORO DEL PASO DEL TIEMPO HACE QUE MAS QUE LOS OJITOS LO QUE VEMOS SON LOS ORIFICIOS POR LOS QUE ESTOS SOBRESALIAN

A primera vista, la Parker 61 recuerda bastante a la Parker 51. Quizás su mayor diferencia se encuentre en el clip, algo más largo, pero a grandes rasgos, ambas comparten un diseño muy similar con cuerpo central metálico y una zona de agarre de material plástico con un plumín carenado, por lo que su mayor diferencia, se encuentra en su interior. En cualquier caso, ambas me han transmitido una sensación de escritura casi idéntica, es decir: ambas son unas escritoras excelentes.

El plumín de las que he visto suele ser de oro de 14k pero su desmontaje tiene cierta miga y no estoy por la labor de realizarlo, en especial de este modelo en el que el paso de tiempo ya ha causado ciertos estragos

EL PLUMÍN SE ENCUENTRA EN EL INTERIOR PERO SU DESMONTADO TIENE MIGA

Su sistema de alimentación es mediante cargador aerométrico. Por lo general suelo recomendar extraer el alimentador y cargarlo directamente en el tintero, pero en este caso, a pesar de encontrarse en buen estado, sospecho que su anterior propietario utilizo algún tipo de adhesivo para fijarlo, ya que he sido incapaz de extraerlo y no me atrevo a utilizar más fuerza arriesgándome a dañarlo (ya lo hare cuando me toque cambiar de saco dentro de unos años), así que utilizaré el sistema de absorber la tinta a través del plumín.

COMO EL ALIMENTADOR ESTÁ MUY PEGADO, DE MOMENTO LA ALIMENTARÉ ASÍ

Se trata de una estilográfica muy bien equilibrada con la que puede escribirse con comodidad incluso con el capuchón compostado. Su plumín es muy suave y apenas es necesario rozar el papel para que esta escriba incluso a la máxima velocidad que he sido capaz de alcanzar, no he notado le menor variación en el flujo. Como digo, la sensación de escritura es excelente.

La cantidad de tinta está medida a la perfección permitiendo escribir a doble cara sin el menor problema, por lo que se trata de una pieza elegante que lo mismo puede servirnos para firmar un contrato importante, como para tomar apuntes en clase.

 

 

Aurora Ipsilon Satin Naranja

No es la primera vez que dedico una entrada a una pieza de esta compañía italiana de la que ya comenté algunas cosillas cuando comenté la Aurora Hastil. En esta ocasión se trata de la Aurora Ipsilon Satin en color naranja. Por descontado puede encontrarse en otros colores, pero en su momento me propuse tener como mínimo una estilográfica de cada color que me interesase utilizar y el naranja era una de ellos.

A pesar de tratarse de una estilográfica de resina con la configuración más básica (plumín de acero) su precio es bastante elevado para una pieza de estas características (alrededor de 100 euros). Algunos afirman que ese precio es debido a que Aurora, es una de las pocas compañías (creo que casi la única italiana) que fabrica sus propios plumines, pero las niponas Sailor, Pilot y Platinum también las fabrican y tienen precios muchísimo más contenidos en esa gama de productos, por lo que me inclino a pensar que se trata del mismo caso que esas camisetas que cuestan un pastizal por ser de determinada marca. Eso también implica que la presentación no se limita a una caja cutre. Empezamos viendo una caja de las conocidas como “de regalo”.

LA CAJA DE «REGALO» JUNTO A LA TINTA QUE PIENSO UTILIZAR

En su interior encontramos un estuche y al abrirlo, la estilográfica, la documentación y un cartucho Aurora de tinta azul. Llamadme raro, pero me cuesta acostumbrarme a utilizar una pluma de color naranja con tinta azul. Como puede verse, los cartuchos Aurora son muy similares en su forma y dimensiones a los Parker, lo que implica que una vez cargada, su cuerpo no tiene espacio para cargar con otro de repuesto.

EL ESTUCHE INTERIOR Y EL TINTERO (NO INCLUIDO) A SU DERECHA

La pluma se divide en las partes habituales: capuchón, cuerpo central, zona de agarre y como de costumbre en estos casos, he añadido un convertidor para su alimentación.

LAS PARTES HABITUALES Y EL CONVERTIDOR (DERECHA)

Para esta prueba, utilizare la tinta Orange Indien de J. Herbin que ofrece una buena relación calidad precio. Como de costumbre recomiendo rellenar primero el convertidor antes de acoplarlo. En este caso me manché al tocar accidentalmente el alimentador al realizar la fotografía.

SI TOCAS EL ALIMENTADOR ¡DEDOS MANCHADOS AL CANTO!

Se trata de una pluma muy ligera y cómoda. Su equilibrio es perfecto incluso escribiendo con el capuchón montado sobre su parte posterior. Como curiosidad en ese sentido, el capuchón produce un sonoro ¡click! Al compostarla.

SU EQUILIBRIO ES PERFECTO INCLUSO POSTEADA (CON EL CAPUCHÓN MONTADO)

Su plumín es de acero, con un diseño simple pero bello. En este caso es un ”F” europeo bastante fino, con el que me siento muy cómodo. Como ya mencioné, Aurora es de las pocas compañías actuales que fabrican sus propios plumines y este transmite unas sensaciones muy particulares. Para escribir correctamente, apenas es necesario acariciar el papel, transmitiendo una ligera sensación de roce, similar a utilizar un lápiz. Es una sensación muy parecida a la que me transmiten los plumines de Platinum y a los que algunos se refieren como feedback. A algunos usuarios, como es mi caso, les encanta, pero a otros no les convence. Una vez más, cuestión de gustos.

ESTA PLUMA MONTA UN GRAN PLUMÍN DE ACERO SENCILLO Y BONITO

A menudo he visto referirse a la Aurora Ipsilon, como a la pluma de los que no pueden permitirse una Aurora Optima, como si se tratase de un peldaño inferior en la marca. Teniendo en cuenta que las Optima tienen un precio que supera los 400 euros, no les falta razón, pero eso no significa que se trate de una pluma de baja calidad. Su diseño la hace más propia de una herramienta de uso diario que de postureo, algo más acorde con la mano de un estudiante que de un banquero (en especial con algunas gamas de colores como la naranja) pero doy fe de que se trata de un excelente instrumento de escritura. Permite escribir sin el menor fallo, interrupción o descenso de flujo a gran velocidad sin apenas necesidad de ejercer presión.

SIN DUDA UNA GRAN ESCRITORA LIGERA Y MUY FIABLE

Eso sí, para escribir a doble cara es necesario un papel de cierta calidad, ya que como puede verse en la página de esta libreta de pruebas, la tinta es bastante visible por su parte posterior.

PARA ESCRIBIR A DOBLE CARA ES PRECISO UN PAPEL DE CALIDAD

En resumen: se trata de una estilográfica bella, cómoda, ligera, muy bien equilibrada y con uno de los plumines de acero más satisfactorios que he probado. Por el contrario, su precio me parece excesivo para tratarse de una pluma de resina con plumín de acero, las dimensiones de sus cartuchos no permiten cargar uno de repuesto en el cuerpo y precisa de un papel de calidad para escribir a doble cara. Su plumín ofrece cierta sensación de fricción que a pesar de no ser en absoluto desagradable, ni tener nada que ver con lo que se conoce como ”rascado” puede no ser del gusto de todo el mundo.

Parker 25 Black

No hace muchas semanas le dediqué una entrada a la Parker IM, una de las muestras de la nueva política de abaratamiento de costes de una marca que en el pasado fue una de las grandes. Fruto de aquella época pasada son algunos grandes diseños y uno de los últimos de su sucursal en Newhaven (UK) fue el de la Parker 25, apodada «la irrompible».

La Parker 25 fue diseñada por Kenneth Grange y fue un encargo que tenía bastante miga. Se trataba de los años setenta, la venta de plumas estilográficas no pasaba por su mejor momento y Parker encargó el diseño de una estilográfica orientada a un público joven, con un diseño novedoso y sobre todo barato, por lo que su producción debía ser mecanizable con facilidad. El resultado fue una estilográfica metálica, de diseño limpio y sencillo, pero que podía comercializarse a bajo precio.

LAS PARTES PRINCIPALES DE LA ESTILOGRÁFICA Y SU CONVERTIDOR (IZQUIERDA)

Aunque la primera versión era de acero y plástico, con el tiempo aparecerían otras en otros colores como el azul o la de color negro que vemos en esta entrada, que apareció a principio de los años ochenta y dado la popularidad del modelo metálico, dejó de producirse muy pronto (sobre 1983 por lo que es un modelo bastante más complicado de encontrar). Con todo el modelo metálico fue con diferencia el más popular y aunque hace décadas que dejó de producirse, es el más fácil de localizar a día de hoy en el mercado de segunda mano.

ESTE ES EL MODELO ESTÁNDAR

A pesar de ser diseñada como una estilográfica de bajo coste, la Parker 25 pronto ganó fama de ser una gran escritora, dura y fiable. Su plumín de acero y diseño peculiar quizás no sea de los más bonitos, pero sin duda hace bien su trabajo siendo además una pieza muy resistente por lo que no tardó en ganar pronto el apodo de “la irrompible” aunque eso se refiere a la pluma no al plumín, con el que es mejor no hacer burradas.

SU PLUMÍN TIENE UN DISEÑO MÁS FUNCIONAL QUE ESTÉTICO

A pesar de que el material predominante es el metal, se trata de una estilográfica muy ligera. Su agarre es bastante cómodo, y está claramente diseñada para escribir con el capuchón posteado, razón por la que la parte final de su cuerpo es más estrecha.

ESTA ESTILOGRÁFICA, ESTÁ DISEÑADA PARA SU USO POSTEADA (CON EL CAPUCHÓN ENCAJADO)

Como suele ocurrir con las estilográficas de esta marca, utiliza unos cartuchos sobredimensionados, que no nos permiten cargar con un repuesto en el interior del cuerpo, motivo por el que recomiendo utilizar un convertidor (en este caso aerométrico). Este tipo de convertidores, se alimentan mejor si lo llenamos primero del tintero y más tarde lo instalamos, que si lo accionamos sumergiendo el plumín en el tintero (sistema preferido por algunos usuarios) aparte el resultado suele ser más limpio.

ESTE ES EL SISTEMA MÁS LIMPIO DE CARGAR UN CONVERTIDOR AEROMÉTRICO

Aunque esta pieza en concreto, llevaba tantos años en el dique seco que necesitó de un par de limpiezas a fondo para escribir correctamente, una vez limpia demostró que su fama de buena escritora es más que merecida. Su plumín de acero transmite buenas sensaciones, con un trazo uniforme que no flojea ni escribiendo a gran velocidad.

Su alimentador deja la cantidad de tinta justa para ser apenas visible por la parte posterior, por lo que es una buena opción como estilográfica para uso estudiantil (lo que es normal teniendo en cuenta que fue diseñada para usuarios jóvenes).

En resumidas cuentas, se trata de una pluma con un aspecto peculiar, que gana en estética al usarla posteada. Dura y resistente cuando se encuentra con su plumín protegido en el interior del capuchón, ligera, fiable y buena escritora. Las únicas pegas que le encuentro son que hoy día no es sencilla de encontrar fuera del mercado de segunda mano, la imposibilidad de cargar con un cartucho de repuesto en el interior del cuerpo y que su estética no será plato del gusto de todos.

 

 

 

 

Póker 91

Una de mis aficiones es visitar de vez en cuando mercadillos. En ellos suelen proliferar esos puestecitos en los que ya sea sobre una manta o bien sobre un caballete, pueden encontrarse todo un batiburrillo de objetos, desde dentaduras postizas a máscaras antigás, a otros relacionados con el coleccionismo: monedas, muñecas, juguetes de latón y por descontado artículos de escritura en diverso estado de conservación, que a menudo pululan mezclados en cubetas. En esas cubetas por lo general suelo buscar piezas en estado de “derribo” para utilizar como repuestos, pero de vez en cuando doy con alguna que con un poco de limpieza y mantenimiento pueden volver a estar operativas. En una de estas búsquedas, me hice con una Póker 91.

 

Lo primero que llama la atención al ver esta estilográfica, es ese clip en forma de flecha que parece indicar que se trata de una Parker (de echo el vendedor que parecía tasar las piezas en base a la cantidad de mierda que las cubría pensaba que se trataba de una Parker 21) aunque en realidad se trata de una imitación de la Parker 45 CT. Tras una buena limpieza, en la base del capuchón se hizo legible la inscripción Póker 91 que indica que se trata de la obra de un marquista menor, el señor Antonio Castelló Carreras, que parece ser que durante los años sesenta, tenía un taller situado en la calle Rosselló de Barcelona por lo que he podido averiguar gracias a página de Pluma Hispana.

 

Una de las primeras sensaciones que transmite esta estilográfica es la de ligereza, algo normal teniendo en cuenta que el material predominante es el plástico. Al desmontarla encontramos un convertidor aerométrico, que en este caso utilizaremos para alimentar con un tintero de Parker quink negra.

 

En la parte inferior vemos un plumín carenado con un orificio superior generoso y una acanaladura, lo que me hizo temerme que pudiera tratarse de una de esas estilográficas que producen desagradables goterones al retirar el capuchón o que acumulan tinta en el interior de su capuchón y terminan manchando los dedos al escribir, pero por el momento no se ha dado ninguna de las dos situaciones.

 

Su plumín a simple vista no parecía encontrarse deteriorado, pero por su aspecto tampoco me esperaba ninguna maravilla, aunque para mi sorpresa, la sensación de escritura es bastante agradable. Apenas transmite una pequeña sensación de roce en absoluto desagradable y el flujo se mantiene estable incluso escribiendo a toda velocidad, por lo que en conjunto su desempeño me parece muy bueno y supera por mucho las desagradables sensaciones que me dejaron algunas estilográficas modernas con plumín de acero.

 

El trazo sería más o menos un “F” europeo y la cantidad de flujo hace que puedas escribir sin preocuparte de que la tinta atraviese el folio. Lo escrito no es visible en la parte posterior de la página y la he probado en varias de las libretas más baratas que el bazar chino me ha proporcionado.

 

En resumen, se trata de la copia de una pluma barata para uso estudiantil. Eso significa que sus materiales son baratos y está más pensada para escribir con ella que como objeto de lucimiento. El único inconveniente que le he encontrado tras un uso prolongado, es uno de los más clásicos en este tipo de instrumentos: la tinta se seca en su plumín si la dejamos destapada durante unos segundos sin usar y puede que su peso no satisfaga a aquellos acostumbrados a piezas más pesadas.

Por lo demás se trata de una estilográfica ligera, discreta y fiable, que carga una buena cantidad de tinta en su convertidor y que aún puede conseguirse en el mercado de segunda mano por debajo de los 15 euros… o por mucho menos rebuscando en un mercadillo.

 

 

 

 

 

 

 

Lamy 2000

Ya escribí algunas cosillas sobre Lamy en entradas anteriores como la que le dediqué a la Lamy Safari, quizás el más icónico de sus modelos de gama baja. Hoy dedicaré unas cuantas líneas a otro de sus modelos, aunque este juegue en una liga muy superior (sobre todo de precio), me refiero a la Lamy 2000.

La Lamy 2000, es considerada el barco insignia de la casa. Diseñada a mediados de los años sesenta por Gerd Alfred Müller, un diseñador más famoso (es un decir) por su trabajo en el diseño de electrodomésticos para Braun. Se trata de una pluma con pocas concesiones a la estética, todo parece diseñado y medido al milímetro pensando en la funcionalidad, lo que confiere un aspecto que no es plato de gusto de muchos usuarios. Esto nos queda claro desde su embalaje.

Su caja de cartón y forma cuadrada está claro que realiza su función, pero no llama especialmente la atención. Al abrirla nos encontramos con la documentación (folleto/garantía) y la pluma propiamente dicha. Obviamente al tratarse de una estilográfica que carga mediante pistón no va a incluir un cartucho, pero por ejemplo un botecito con grasa de silicona como ocurre con las Twsbi no hubiera estado de más.

El cuerpo de la estilográfica está fabricado con Makrolon un policarbonato (es decir un termoplástico) que fue obra de Bayer, aunque también existe una versión en acero algo más cara. La sección inferior que es donde se aloja el plumín, cambia de color y es de un material metálico que tengo entendido que es aluminio cepillado, aunque en algunas partes he visto que se referían a él como acero. Como no estoy seguro de este punto lo dejaré en que es metálico. En cualquier caso el tacto del Makrolon no fue para nada el que me esperaba. Pensé que tendría el típico tacto del plástico, pero por el contrario deja una sensación mucho más cálida… parecida a tocar madera más que plástico.

Mi segunda sorpresa llegó con lo bien disimulada que se encuentra la junta del actuador del pistón, hasta el punto de resultar invisible a simple vista hasta que se utiliza. Lo habitual en este tipo de modelos es la utilización de un pequeño anillo que da visibilidad a esa zona, que en este caso queda disimulada por completo.

POR MUCHO QUE AUMENTEMOS LA LENTE, LA JUNTA ES CASI INVISIBLE

HASTA EL MOMENTO EN EL QUE LO UTILIZAMOS

Un elemento que no gusta a todo el mundo, por lo menos desde el punto de vista estético, es su plumín carenado, un sistema que cubre la mayor parte del mismo permitiendo solo la visión de su punta y que muchos encuentran poco vistoso. En cualquier caso se trata de un plumín de oro rodiado de 14K de gran calidad. Puede que no sea el más vistoso, pero la sensación de escritura mientras se desliza por el papel es magnífica, suave fluida sin la menor variación en el flujo de tinta por rápido que se escriba.

 

EL SISTEMA DE CARENADO OCULTA LA MAYOR PARTE DEL PLUMÍN

Otro elemento que cuenta con sus detractores, son los dos pequeños salientes metálicos, cuya función es que el capuchón, de cierre a presión, quede encastrado. Está claro que cumplen con creces su función y a mí no me incomodan ni los noto al escribir, pero todo el mundo tiene sus manías y percepciones.

Gracias a los materiales de su fabricación, me parece una pluma bastante ligera y cómoda, ideal para tomar apuntes a gran velocidad o largas sesiones de escritura, ya que su depósito admite una buena cantidad de tinta y su flujo parece medido para que la cantidad sea suficiente como para una escritura cómoda y visible.

PÁGINA DE PRUEBA

Pero no tan abundante como para dejar manchas, atravesar en exceso el papel por la parte o posterior y su plumín puede aguantar bastante tiempo al aire sin escribir, antes de producirse el molesto secado de la tinta, por lo que es una de mis estilográficas predilectas para uso estudiantil.

PARTE POSTERIOR APENAS VISIBLE EN UNA PÁGINA DE LIBRETA DE BAJA CALIDAD

Entre sus detractores también están lo que mencionan que sus 4 ventanillas para comprobar el nivel de tinta son muy poco visibles (y menos si como en mi caso se la utiliza con tinta negra) aunque a mí me parecen suficientes ya que se encuentran bastante bajas y me las tomo como un “aviso” de que si se hacen visibles, el depósito está entrando en reserva.

LAS VENTANILLAS DEL NIVEL DE TINTA NO RESULTA MUY VISIBLES

Resumiendo: No es una estilográfica apropiada para “postureo” ya que su aspecto es tan discreto, que es fácil confundirla a simple vista con un bolígrafo de gel o un rotulador de punta fina. Es quizás una de las estilográficas de aspecto menos llamativo y aunque no me parece fea, es cierto que no es una pieza que entre por la vista. Por el contrario su desempeño es magnífico: cómoda, ligera, de tacto agradable, carga por pistón, flujo medido a la perfección y un plumín que tarda en secarse. Muchas otras pueden tener más fama, pero la Lamy 2000 sigue fabricándose sin apenas variaciones desde los años sesenta. Por algo será.

 

Pelikan Signum (P-530)

La Pelikan Signum es una estilográfica que a simple vista, no relacionaría con la línea habitual de la marca germana. Por lo general al pensar en las Pelikan, suelo pensar en una estilográfica de resina,  alimentada mediante el siempre práctico sistema de pistón (soy consciente de que tiene versiones que utilizan el cartucho universal) cortas y tirando a gruesas con un capuchón que cierra a rosca.

La Signum, es una gama que surgió a finales de los años setenta y procede de la escuela de diseño Ulm (Hochschule für Gestaltung Ulm) más o menos en la línea de la escuela Bauhaus por lo que se trata de un producto, que busca una unión equilibrada entre estética y funcionalidad. También sigue la estela de todas esas estilográficas de diseño fino y cuerpo cilíndrico que proliferaron en los años setenta a rebufo de la Aurora Hastil y un capuchón con cierre a presión.

 

Aunque existen diversas versiones con materiales de mayor calidad, como soy pobre me centraré en la versión P-530 que es la que nos ocupa con cuerpo y plumín de acero, que aparte es quizás la más económica y fácil de conseguir en el mercado de segunda mano. El plumín cumple su cometido a la perfección.

No es tan generoso como el de las estilográficas de émbolo que he probado de esa marca (que son unas cuantas), pero tiene un gran desempeño, suave y preciso, su zona de agarre de color oscuro la convierte en un objeto de escritura muy cómodo para el que esté acostumbrado a los tamaños «Slim» permitiendo escribir a gran velocidad.

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Aparte de ser muy elegante, sus cualidades la convierten en una gran opción como estilográfica para uso estudiantil, ya que gracias a esa cantidad tan bien medida de tinta, permite escribir por las dos páginas de una hoja de bloc (de los baratos) sin que atraviese lo más mínimo.

EN LA  POSTERIOR, NO SE APRECIA NI UNA SOLA SEÑAL DE LOS ESCRITO

No es la primera estilográfica que comento con estas características (Lamy ST o la Aurora Hastil) pero a diferencia de las comentadas, esta se alimenta con el cartucho universal corto, lo que nos permite transportar otro de repuesto en el interior del cuerpo y además arranca a escribir a los pocos segundos de su recarga, algo que siempre se agradece.

Entre sus defectos está el típico de este tipo de estilográficas: no todas las manos se adaptan a grosores tan finos. También es posible que no satisfaga a los que busquen una estilográfica muy jugosa o que les gusten los instrumentos de escritura con más peso, ya que su cuerpo de acero es bastante ligero o los partidarios de los capuchones con cierre a rosca.