Siguiendo con mi exploración de los productos fabricados en China, no hace mucho empecé a ver en los foros comentarios sobre diversos productos de una marca que no me sonaba de nada, se trata de Moonman (que por lo que he leído en la red, se sospecha que puede estar emparentada con otra marca china llamada Delike), que ofrece modelos bastante curiosos a un precio que está algo por encima de lo que suelen costar las estilográficas chinas de bajo coste). De entre sus productos, me llamó mucho la atención una estilográfica de bolsillo, que incluía un plumín extrafino de acero y otro de cristal.
IMAGEN PROMOCIONAL DE AMAZON
La estilográfica llega en el interior de una sencilla pero elegante caja de cartón, estrecha y de dimensiones reducidas. Su longitud es similar al de otros contenedores de plumas, pero su anchura es la mitad o menos de lo habitual.
Una vez abierta, encontramos la estilográfica propiamente dicha (trae de serie montado el plumín (según Amazon de cristal, aunque no me sorprendería que fuera de algún tipo de material acrílico) y el conjunto plumín/alimentador/convertidor de metal y punta EF.
Todo el conjunto puede montarse y desmontarse con un mínimo de bricolaje en cuestión de segundos.
El resultado, es una estilográfica que cerrada ocupa muy poco espacio, siendo ideal como complemento a una agenda de bolsillo por ejemplo y que una vez compostada, el capuchón se rosca al cuerpo formando parte de él, de un modo que puede recordar al de la Parker 25. pero en este caso queda de forma más firme y de resultado incluso más estético. En cualquier caso, la pluma queda perfectamente equilibrada.
UNA VEZ MONTADA Y COMPOSTADA QUEDA PERFECTAMENTE EQUILIBRADA
En cuanto a los plumines, son dos conceptos de escritura totalmente distintos. El de «digamos» cristal, es para su escritura «a palillero», es decir, sumergiendo la punta en un fluido (sirve desde tinta china, vino, zumo de frutas) y escribir directamente sobre el papel.
Pero a la práctica, todo tiene su método y conviene ir haciendo prácticas con el tipo de fluido a emplear. En este caso por ejemplo, utilicé lo que tenía más a mano (tinta de estilográfica roja) y ni hice pruebas previas, ni utilice la metodología correcta.
MOJAR Y ESCRIBIR, SISTEMA DE «PALILLERO»
Observando la muestra de escritura, puede apreciarse que tras sumergir la punta del plumín en el tintero, la primera palabra tiene un exceso de tinta, luego escribe de forma correcta un par de palabras y luego va perdiendo «fuelle». Para emplear este plumín, conviene dejar a mano un pequeño recipiente con agua, y tener un pequeño papel «en sucio».
Su finalidad suele ser más bien caligráfica, por lo que el método es mojar, escribir una palabra corta en el papel «en sucio» para eliminar el sobrante inicial, luego escribir un par de palabras y repetir la operación. En el caso de que se nos seque la tinta en la punta (por ejemplo si en lugar de copiar, estamos pensando lo que vamos a escribir), tocará remojarla en el recipiente de agua para librarnos de ella. La sensación de escritura con el plumín de cristal es muy agradable, se desliza con suavidad sin necesidad de ejercer la más mínima presión sobre el papel.
Por el contrario con el plumín de metal, un EF de tipo bent (la punta de los gavilanes se curva ligeramente hacia arriba). En cualquier caso, con este plumín puede escribirse de forma normal sin ningún problema, siendo la configuración que en mi caso he dejado de momento como definitiva (aunque no descarto algún día dedicar alguna tarde a la caligrafía con el plumín de cristal).
En la conjunto además está incluido un convertidor, todo un detalle de cara al usuario, que por desgracia hoy día no suele ser común en marcas mucho más conocidas y de mayor precio.
La escritura es fluida, quizás algo seca (lo que no es raro en un plumín de trazo tan fino), lo que no es necesariamente malo, ya que la escritura se seca casi en el acto, aunque disgustará a los aficionados (que no son pocos) a los que les gustan los plumines jugosos. En general las sensaciones son bastante buenas… pero no transmite una sensación de escritura particular, algo que no es fácil de describir, pero que entenderán a la perfección los usuarios de determinados plumines como los Sailor y Platinum. Algunos lo describen a una sensación similar a escribir con un lápiz. En cualquier caso, se trata de un plumín más que correcto y mucho mejor que otros plumines de gama similar.
Se trata de una pluma ideal como complemento de una agenda, o como pluma para uso estudiantil, ya que su trazo no atraviesa lo más mínimo por la parte posterior de la página y seca casi en el acto, lo que minimiza la posibilidad de emborronar la escritura por error.